Comprendemos nuestra fe
- La necesidad de sentido de la vida
Para sobrevivir, las personas tenemos que aprender:
• a desenvolvernos en el medio físico,
• a relacionarnos con los demás,
• y algo menos concreto pero igualmente necesario, que
tiene que ver con el significado y el sentido de la vida y con el conocimiento
de la realidad.
En algún momento,
el ser humano se pregunta cómo hemos llegado al mundo, por qué las cosas son
así y no de otra manera, cuál es el significado de la vida humana, cuál es el
origen del mundo, etc.
Esa pregunta busca, como por intuición natural, la
«re-ligación» (de ahí la palabra religión) con el fundamento del ser, de la
existencia.
Seguro que te haces preguntas a las que no puedes
encontrar una respuesta solamente tocando, midiendo, observando…
Por ejemplo, cuando alguna vez al despertarte para ir al
colegio te has preguntado: ¿qué hago yo aquí? ¿Qué sentido tiene despertarme
cada día? O cuando te sientes solo aunque estés rodeado de gente. O si ves un
atardecer o un cielo estrellado asombroso y te preguntas: ¿Quién ha hecho esta
inmensidad, esta maravilla?
Otras veces estas preguntas vienen de toparnos con la
fragilidad, o de experiencias relacionadas con la enfermedad, la muerte o la
pérdida. Es entonces cuando nos preguntamos: ¿por qué?
- La búsqueda de la felicidad
1.- Responde a las preguntas.
• ¿Alguna vez te has sentido como se describe en el
texto? ¿Cómo ha sido la experiencia?
• ¿En qué momentos
te has formulado alguna de estas cuestiones sobre el sentido de la vida?
Argumenta tu respuesta.
- Las pruebas de la existencia de Dios
La figura de santo Tomás de Aquino nos sirve como ejemplo
de hacia dónde dirigir nuestra mirada para encontrar algunas pruebas de la
existencia de Dios.
Partimos de tres intuiciones sencillas, con las que deben
reflexionar y completar la siguiente
actividad.
Las pruebas de la existencia de Dios Santo Tomás de
Aquino nació en Italia en el año 1224. Fue un gran filósofo y teólogo.
Santo Tomás no tenía dudas sobre la existencia de Dios.
Decía que si pensábamos en las pruebas de su existencia podíamos ver lo que
estas nos mostraban: la presencia de Dios.
Estas son algunas de sus intuiciones:
1. El universo, en
su inmensidad y perfección.
2. Las cosas del mundo son contingentes, es decir, están
sujetas a su nacimiento y su destrucción. Si todo fuera así, esto significaría
que alguna vez hubo «la nada», pero de la nada no sale nada.
3. En el mundo existen cosas buenas y cosas malas. Por lo tanto, tiene que existir un ser que contenga en sí mismo todas las perfecciones en grado máximo y que sea causa de las perfecciones parciales de los seres sensibles. Y este ser es Dios.
2.- Comenta con tus compañeros las siguientes cuestiones:
• ¿Qué os parecen estas intuiciones? ¿Creéis que prueban
la existencia de Dios? Apoyaos en ejemplos para justificar vuestras respuestas.
• ¿Cómo expresamos lo que nos supera, lo que a veces no
entendemos o no se puede expresar con palabras?
- La experiencia de Dios
Igual que el enamoramiento es una experiencia común pero
que se expresa de manera individual, original y única en cada pareja, así es la
experiencia religiosa.
A ti te toca ir dando forma a tu historia con Dios.
A veces el lenguaje no puede expresar todo el sentir de
los que están enamorados: tienen muy claro lo que sienten pero no pueden
expresarlo en su totalidad.
Así ocurre también en la experiencia de Dios, que se topa
con nuestra incapacidad para nombrar, para decir, para contar… y recurre a
metáforas (fuego, vida, agua, luz, bodas…) o a gestos, como los ritos, que
marcan un espacio, un tiempo y un ritmo para Dios en nuestra vida cotidiana.
3.- Recuerda alguna de las experiencias que has explicado anteriormente sobre la búsqueda del sentido de
la vida y trata de expresar con símbolos, colores o gestos lo que viviste en
ellas.
Para el
ritual
¿Puedes
llevar alguna de estas experiencias a la representación?
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