Es importante tener en cuenta que el Día de Todos los Santos no es lo mismo que el Día de Fieles Difuntos, también conocido como Día de los Muertos o de las Ánimas. Este se celebra el día 2 de noviembre y su objetivo es orar por los fieles que ya no siguen en la vida terrenal. Durante esta jornada se celebran las denominadas misas de réquiem, es decir, un ruego por el alma de los muertos, a no ser que el día 2 de noviembre caiga en domingo, en cuyo caso no se pueden celebrar este tipo de ceremonias
La Conmemoración a los Fieles Difuntos, generalmente llamada Día de los Muertos o Día de los Difuntos o El día de las ánimas, es una celebración que se realiza el 2 de noviembre complementando al Día de Todos los Santos, cuyo objetivo es orar por aquellos fieles que han acabado su vida terrenal y, especialmente, por aquellos que se encuentran aún en estado de purificación en el Purgatorio.
La celebración de una fiesta dedicada a los difuntos persigue en la mayoría de culturas el objetivo de apaciguar a los muertos más recientes que vagan aún por la tierra sin encontrar el lugar de reposo (para la Iglesia Cristiana Católica ese lugar por el cual vagan se llama Purgatorio).
México es el lugar por excelencia del homenaje a los muertos. El Día de Difuntos en suelo mexicano es una tradición prehispánica que procede de la costumbre de guardar los cráneos de los muertos como trofeos. La tradición dice que los muertos van llegando cada doce horas entre el 28 de octubre y el 2 de noviembre, siempre en orden: primero los que fallecieron por causas trágicas (accidentes, por ejemplo); después lo hacen los ahogados; los dos últimos días del mes comienzan a llegar las almas de los que se encuentran en el limbo, niños no bautizados, olvidados o sin familia, y por último, los días 1 y 2 de noviembre, cuando llegan primero los niños muertos y después, los adultos.
La historia de los difuntos en México está muy relacionada con la figura de 'La Catrina', la eterna caricatura mexicana que simboliza a la muerte con una figura femenina cuyo nombre original fue 'La calavera garbancera'. Si bien el padre de 'La Catrina' original fue José Guadalupe Posada, se atribuyen los tradicionales esqueletos femeninos, cargados de flores y colores, a Diego Rivera, el conocido muralista que se casó en dos ocasiones con Frida Kahlo.