El bautismo es el primer sacramento del cristianismo, el cual se practica como un ritual de iniciación en todas las confesiones religiosas que siguen el mensaje de Jesucristo.
La palabra proviene del griego βαπτίζειν o “baptízein” que quiere decir 'sumergir'. La inmersión alude a los rituales de purificación antiguos en los cuales el penitente se sumergía en las aguas y se levantaba de ellas en señal de renacimiento espiritual.
Se cree que por medio del bautismo, las personas expresan el arrepentimiento de sus pecados, el nacimiento a una nueva vida orientada al seguimiento del Evangelio y su incorporación a la comunidad de creyentes, es decir, a la Iglesia.
Asimismo, se cree que por medio del bautismo la persona recibe el don del Espíritu Santo, la redención de los pecados y, en consecuencia, la gracia de Dios.
Antiguamente, el bautismo se practicaba en la edad adulta, tal como hoy en día se sigue practicando en las confesiones protestantes.
La práctica del bautismo en bebés o niños pequeños data del fin del milenio I, mucho antes de la separación de la Iglesia. Tenía que ver con dos cosas: por un lado, la baja expectativa de vida, pues la mortalidad infantil era muy alta y los padres esperaban garantizar que sus hijos murieran en la fe; por otro lado, los terrores de fin de milenio que generan toda clase de supersticiones sobre el fin del mundo.
Símbolos del bautismo
El bautismo, como todo ritual, está cargado de una serie de signos visibles que simbolizan su propósito y eficacia espiritual. Entre estos símbolos están:
- El agua bautismal: el agua es símbolo de la purificación del alma y del cuerpo del bautizando. Antiguamente se practicaba la inmersión total para dar cuenta del renacimiento de la persona. Aunque esto se sigue practicando así en algunas religiones cristianas protestantes, en la Iglesia católica la inmersión ha sido sustituida por la aspersión del agua sobre la frente.
- El crisma u óleo santo: este aceite sagrado perfumado consagra la incorporación de la persona a la comunidad de creyentes. Se aplica sobre la frente en forma de cruz.
- El óleo de los catecúmenos: este óleo reviste al bautizando del don de defensor de la fe.
- La luz (vela): es símbolo de Cristo, luz del mundo, portador de esperanza. Al dar este símbolo al bautizando o a los padres, se está expresando el deseo de que el nuevo creyente encuentre la luz de Dios en su vida.
El bautismo es un sacramento de iniciación en el cual el contrayente recibe el Espíritu Santo, inicia el seguimiento del evangelio y se integra a la Iglesia. El ministro suele ser un obispo, sacerdote o diácono. Sin embargo, en caso de peligro de muerte, cualquier bautizado puede administrar un bautismo de emergencia. El bautismo está dirigido tanto a niños como a adultos.
Significado del bautismo
La ceremonia del bautismo representa la purificación del pecado original y convierte al bautizado en templo vivo de Dios. Por lo tanto, el bautismo constituye una invitación a la santidad y a la Iglesia, y el comienzo de una vida fundada en el Evangelio.
El signo visible y obligatorio del bautismo es el agua, que representa la purificación y la renovación de la vida. La Iglesia practica el bautismo por ablución, que consiste en derramar agua sobre la cabeza del bautizando.
La oración o forma que sella la eficacia del bautismo es la siguiente: «Yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo».
Existen otros elementos complementarios de la liturgia bautismal, tales como la unción del óleo y el Santo Crisma; la luz del cirio pascual y las vestiduras blancas. El óleo es aceite de oliva que se unge en el pecho para transmitir el don de fortaleza. El Santo Crisma es aceite perfumado que se unge en la cabeza en representación del Espíritu Santo.
La luz del cirio pascual es una vela larga y gruesa que representa a Cristo resucitado y el deber cristiano de irradiar su luz. En el bautismo, se transmite a padres y padrinos para que aumenten la fe del bautizado. Las vestiduras blancas son el símbolo de la santidad y de la entrada al «rebaño» de Cristo, o sea, a la Iglesia (por eso antiguamente se confeccionaba en lana de ovejas).
Fundamentos bíblicos del bautismo
El fundamento del bautismo está en los evangelios. Según estos, Juan el Bautista administraba el bautismo de inmersión en las aguas del río Jordán. Jesús fue bautizado por Juan antes de iniciar su vida pública (ver Mateo 3, 13-17; Marcos 1, 9-11; Lucas 3, 21-22; Juan 1,29-34).
Los evangelios señalan también que Jesús encomendó a los apóstoles bautizar: “Vayan, pues, y hagan discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mateo 28, 19). Otras referencias son: Marcos 16, 16 y Juan 3, 5; los Hechos de los Apóstoles y las cartas pastorales de Pablo y Pedro.
ACTIVIDADES:
Buscar y escribir (por tríos), las siguientes referencias bíblicas de este Sacramento.
1.- Mc 16, 16
2.- Jn 3, 5
3.- Hch 2, 38-41
4.- Hch 8, 12-13
5.- Hch 8, 34-38
6.- Hch 16, 14-15
7.- Hch 16, 32-33
8.- Hch 18. 8
9.- Hch 22,16
10.- 1Carta a los Corintios 6,11
11.- Carta a Tito 3, 5
12.- 1Carta de Pedro 3,21
13,. Carta a los Romanos 6, 3-4
14.- 1Carta a los Corintios 1,16