El origen de los colores de la Navidad
Las raíces cristianas de estas fechas tiñen de
significado la paleta cromática de esta época, donde cada color cumple una
función en el mayor espectáculo místico del año.
Rojo. En la tradición judeocristiana el rojo significa
sacrificio, pues representa la sangre derramada de Jesucristo. También
significa celebración, fiesta y reunión. Con el tiempo, y por influencia de
otras culturas, a este significado se le ha asociado también el amor y la
felicidad, lo que casa perfectamente con los atributos de la Navidad. En
algunas culturas como la china, el rojo es el color de la prosperidad y atrae
la buena suerte.
Tampoco hay que perder de vista que el rojo se utiliza
para llamar la atención, como en los coches de los servicios de emergencia y en
los semáforos. Posiblemente su utilización en escaparates y luces también se
deba al deseo de convocar a los transeúntes.
Verde. Tradicionalmente el color verde se ha asociado a
la renovación de la vida a través de la naturaleza. Son muchas las culturas que
comparten esta idea aunque se desconoce por qué se asocia a la Navidad. Algunos
autores afirman que en esta época del año los árboles de hoja perenne (como los
abetos tradicionales) simbolizan el renacer asociado al final del ciclo anual.
Nuestro entrañable Papá Noël, que ahora viste de rojo por
obra y gracia de la publicidad de Coca-Cola en los años 20, antes vestía de
color verde. Si profundizamos un poco más en el origen de este personaje, nos
remontamos a San Nicolás de Bari, santo turco de inmensa fortuna que repartió
sus bienes con los pobres auxiliando a muchas personas e implantando la
costumbre de compartir regalos en Navidad.
Dorado. Desde siempre, el oro es símbolo de riqueza. El
color dorado se asocia con el poder y la celebración, lo que ha unido este
color con la Navidad. Si además recordamos los regalos que los Reyes Magos
hicieron al Niño Jesús (oro, incienso y mirra) terminamos de completar su
origen.
En los últimos años (desde el cambio del milenio) hemos
asistido a una verdadera revolución en cuando a los colores tradicionales para
adornar en Navidad se refiere. Las grandes cadenas de decoración han ido
introduciendo nuevas paletas con blancos y plateados en primer lugar que han
cambiado nuestra tradicional concepción de los colores típicos de Navidad.